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Síndrome de Wendy: Que no te pase con tu pareja


Síndrome de Wendy: Que no te pase con tu pareja

¿Has oído hablar del síndrome de Wendy? Cada vez se descubren más casos. Se trata de la necesidad de satisfacer los deseos de tu pareja a costa de los tuyos propios, incluso pudiendo verse afectada la propia salud. Y es que, si nosotras mismas no podemos hacernos cargo de nuestras tareas, difícilmente podremos con todo.

Como ya sabrás, existen hombres egoístas e inmaduros que parece que no quieren crecer nuca y tener responsabilidades. Es lo que comúnmente llamamos, un Peter Pan. Pues bien, lo que nunca debes hacer es convertirte en su Wendy, y hacer todo por y para que él se sienta bien.

Aunque pensemos que el síndrome de Wendy pertenece a épocas pasadas no es así. Todavía hoy, muchas mujeres anteponen las necesidades y deseos de su pareja a las suyas propias. De este modo, su autoestima va bajando poco a poco.

Para esta situación, si nos reconocemos en ella, debemos establecer unos límites, pues el equilibrio es el mejor estado. Recuerda que no puedes anteponer tu pareja a todo lo que te rodea, viendo mermadas tus aspiraciones personales.

Síntomas del Síndrome de Wendy

Si todavía no sabes a qué nos referimos, te mostramos los rasgos que comparten las mujeres que lo sufren:

  • Necesidad de cuidar al otro. Simplemente porque ellas ven que de este modo ellos son felices, y es lo único que buscan.
  • Priorizar las necesidades del otro frente a las suyas propias. La razón es simple. Para ellas, una relación significa sacrificio por amor. Eso sí, no se dan cuenta de que ellos no ceden nunca.
  • Se sienten libres de actuar así. Nadie se lo pide, son ellas mismas quienes se crean la obligación de satisfacer al otro y olvidarse de sí mismas. Así son felices, sin ver que se hacen daño. Por este motivo encajan muy bien con los hombres inmaduros.
  • Tienen miedo a dos cosas: que el otro las deje de necesitar y quedarse solas. Les aterra la sensación de soledad, y si ya no las necesitara su pareja, no se verían útiles y necesarias.
  • Pueden sentirse manipuladas. Cuando se dan cuenta de que lo están dando todo a cambio de nada, es cuando surge el problema. Pueden sentirse frustradas e infravalorada al ver que su pareja no mueve un dedo por ella e incluso sentir ansiedad.

Solución al Síndrome de Wendy

Si nos damos cuenta que nos encontramos ante el síndrome de Wendy, ¿tenemos que dejar de preocuparnos por los demás? ¡Claro que no! Lo que no podemos hacer es dejar de preocuparnos por nosotras mismas.

Aprende a tener tu espacio, a realizar actividades que te gustan con tu gente, sin necesidad de depender de la otra persona todo el tiempo. Tu trabajo y aspiraciones profesionales también son muy importantes, pues aumentará tu autoestima y esa positividad la desprenderás a los demás que te rodean.

Establece tus límites. Habla con tu pareja y hazle entender que los dos debéis aportar algo. Si no pusiera interés y siguiera a lo suyo, sin tener en cuenta tus necesidades, igual es el momento de poner punto y final a la relación. Y es que, no tener tiempo para el otro es uno de los motivos que matan cualquier relación.

Si sigues nuestros consejos, seguro que superas el Síndrome de Wendy. ¿A qué esperas? Es por tu propia felicidad.


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Fuente Foto: Google Images