Por lo general, la foria ocular pequeña apenas presenta síntomas. El problema aparece cuando se halla desarrollada y es mayor de lo que el individuo tolera, lo que obliga a la persona a tener que hacer un gran esfuerzo para mantener los ojos alineados. Un trastorno que originará cefaleas, problemas de atención y problemas astenópicos.

En este último caso, tal y como nos cuentan desde la Clínica Oftalmológica Novovisión,  serán necesarios ejercicios de terapia visual o el uso de prismas. Estos son lentes que desvían la imagen a una posición que resulte cómoda para los ojos con el objetivo de evitar el sobreesfuerzo de los mismos.

Tipos de foria ocular

La foria ocular se manifiesta cuando la persona no mira con los dos ojos a un objeto (solo uno de los ojos está mirando y el otro está en reposo), distinguiéndose hasta 4 tipos de este trastorno:

• Endoforia: uno de los ojos tiende a desviarse hacia el interior
• Exoforia: uno de los ojos tiende a desviarse hacia fuera
• Hiperforia: uno de los ojos tiende a desviarse hacia arriba
• Hipoforia: uno de los ojos tiende a desviarse hacia abajo

Para determinar la existencia, tipo y grado de foria ocular se pueden emplear diferentes técnicas, aunque la prueba por excelencia es la denominada Cover Test. Se trata de un método objetivo basado en el movimiento reflejo del ojo cuando este se fija en un punto.

Para poder abordar el tratamiento más adecuado, es necesario distinguir en el paciente  entre foria y tropia (estrabismo). La principal diferencia radica en que en los casos de estrabismo la desviación de los ejes visuales es manifiesta, presentándose en mayor o menor grado según cada caso concreto.

En definitiva, para llevar a cabo cualquier tipo de tratamiento frente a la foria ocular será indispensable que el paciente acuda a la consulta de un especialista. Será precisamente este quien realice el diagnóstico para poder así marcar las pautas de tratamiento más adecuadas según cada caso.

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Debido a las nuevas profesiones que han surgido y que suponen estar delante de un ordenador durante toda una jornada laboral, como todo el divertimento y acceso a las redes sociales que nos permite un móvil o una Tablet, por ejemplo, los problemas de visión han ido in crescendo.

Una gran cantidad de personas necesitan utilizar gafas graduadas para corregir sus problemas de miopía, hipermetropía o astigmatismo que les pueden causar no solo visión borrosa, sino dolores de cabeza o molestias en los ojos. Sin embargo, las gafas pueden ser un engorro y resultar algo molestas. Por eso, muchas personas sopesan la idea de ponerse lentillas.

La ventajas y desventajas de las gafas

Las ventajas de las gafas es que son muy fáciles de poner. De hecho, nada más levantarnos de la cama solo tenemos que cogerlas sin ningún problema mayor. También, su uso no supone ningún riesgo para nuestra vista. No tocan el ojo y la suciedad que se puede acumular en la lente no le afecta.

Sin embargo, una gran desventaja que tienen es que en determinados lugares como la piscina o la playa necesitamos quitárnoslas. Esto hace que no podamos ver bien y es algo bastante incómodo. De igual manera, si realizamos ejercicio físico puede que las gafas no dejen de resbalarnos debido al sudor, algo que puede resultar exasperante.

Las ventajas y desventajas de las lentillas

Las lentillas de contacto tienen una gran ventaja y es que no se empañan, no nos molestan y podemos hacer cualquier actividad sin ningún tipo de molestia. Además, ofrecen un mayor campo de visión y aunque veamos hacia arriba, hacia abajo o hacia los lados miramos igualmente bien, algo que no sucede con las gafas.

Sin embargo, las lentillas tienen una desventaja muy grande que es que el riesgo de sufrir una infección en los ojos es mayor. Por eso, nunca debemos extender su tiempo de uso más de lo indicado y tenemos que lavarnos siempre las manos antes de ponerlas.

Con todo esto ¿qué son mejores las gafas o lentillas? La respuesta es “depende”. Si trabajamos delante del ordenador lo ideal sería utilizar gafas, ya que en la actualidad hay unos cristales especiales que ofrecen una mayor protección ante este tipo de dispositivos tecnológicos.

Si nos dedicamos a ser entrenadores deportivos, entonces, lo mejor serían las lentillas. Así evitamos darnos cualquier golpe y que las gafas se puedan romper y, además, será mucho más cómodo ya que estaremos la mayor parte del tiempo moviéndonos y sudando.

Escoger entre las gafas o las lentillas es una decisión que depende de nosotros. Tenemos que ver si nos compensa más lo uno o lo otro analizando nuestras actividades diarias y el uso que le daríamos a cada una de estas dos opciones. Aunque podamos disponer de ambas para poder elegir en un determinado momento cuál nos conviene más utilizar, es importante saber si debemos invertir más dinero en unas gafas o en las lentillas debido al uso que le daremos.

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Estos 5 remedios caseros para curar un orzuelo seguro que te resultan muy útiles. Y es que, la inflamación del párpado, además de dolor, resulta poco estético. Por eso, no pierdas de vista nuestros trucos naturales para acabar con ellos.

No podemos olvidar que un orzuelo es una infección de un folículo piloso. Normalmente se suele dar por el desarrollo de bacterias del tipo Staphylococcus aureus (estafilococo), pero otras, puede ser provocado por patógenos diferentes. Otras causas del orzuelo también son la blefaritis, los cambios hormonales o la ansiedad.

¿Quieres saber cómo curar un orzuelo con remedios caseros y naturales? ¡Pasa a la siguiente página!

Bolsitas de té

1.- Bolsitas de té

La duración del orzuelo puede ser más corta si utilizamos dos bolsitas de té caliente. Lo mejor es que optes por el té verde, que entre sus múltiples propiedades, encontramos la antibacteriana, al tiempo que reducirá la hinchazón. Sólo tendrás que hacerte un té de la forma habitual y dejar que la bolsita repose dentro del agua un minuto. Después, espera a que se enfríe y colócalo sobre el ojo unos 8 minutos.

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Aloe Vera

2.- Aloe Vera

De nuevo, el aloe vera y sus muchas propiedades, es muy útil para aliviar los síntomas del orzuelo. Corta una hoja de la planta y ábrela a la mitad. Después, unta un algodón en el líquido transparente y aplícalo en el ojo. ¡Cuidado! El orzuelo es contagioso, así que utiliza cada vez uno diferente. Repite la operación tres veces al día.

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Pepino

3.- Pepino

Entre los beneficios que nos ofrece el pepino, se encuentra su efecto natural calmante, así como sus propiedades refrescantes y astringentes. Todo esto hará que tu orzuelo mejore considerablemente. Por tanto, corta dos rodajas de pepino y colócalas sobre tus ojos. Disminuirá la inflamación y el dolor en cuestión de minutos.

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Acacia

4.- Acacia

Esta planta también te resultará muy útil a la hora de acabar con un orzuelo. Para ello, hacemos una infusión de la siguiente manera. Coloca varias hojas de acacia en agua hirviendo y deja que se enfríe posteriormente. A continuación, humedece un paño y colócalo sobre tu ojo unos 8 minutos. Repite tres veces al día.

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Agua tibia

5.- Agua tibia

Sí, tan sencillo como eso. Humedece un paño limpio en agua tibia y colócalo sobre el ojo unos diez minutos. Lo que conseguirás es que, gracias al calor y al vapor, se disuelva la pus que provoca el orzuelo, y el párpado drene de manera natural. Sin duda, uno de los más recomendables.

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Si las usas habitualmente, estamos seguras que has pasado por estas 5 situaciones que han vivido las personas con lentillas. Para muchos, es lo más cómodo del mundo. Para otros, puede ser un sufrimiento. Pero todos hemos los que llevamos lentillas, sabemos lo que se siente en estas situaciones.

Al igual que las personas que se llaman María han vivido determinadas situaciones, lo mismo sucede con las personas con lentillas. Si tienes miopía, serán tus mejores amigas. Pero no por ello, has dejado de pasar por estas situaciones un tanto incómodas.

Si las usas habitualmente, seguro que sabes de lo que estamos hablando. Y seguro que alguna se nos ha pasado. Pero nosotras hemos recopilado estas 5 situaciones que han vivido las personas con lentillas. ¿Quieres saber cuáles son?

¡Pasa a la siguiente página!

1.- La primera vez

Si llevas lentillas, seguro que recuerdas la primera vez en que sentiste ese “plastiquito” en tus ojos. Ya fuera porque te las pusieras tú o el óptico, ese momento desagradable lo tienes guardado con otros muchos.

Ahora, con el tiempo, ya te has acostumbrado a “meterte” el dedo en el ojo. Y seguro que tienes amigos que cuando te ven, aún les da grimilla.

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2.- ¡El momento pérdida!

Se ha acabado el mundo. Cuando pierdes una lentilla, crees que se ha acabado el mundo, sobre todo si estás lejos de casa y vas a tardar en volver. Pensar que vas a estar horas viendo solo por un ojo, puede sacar de quicio a cualquiera…

Y lo que es peor, como no tengas recambio, ¡tendrás que salir a la calle con gafas de ver!

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3.- Y, ¿dónde están las gafas?

Muchas personas lo primero que hacen por la mañana, incluso antes de ducharse o de tomarse un café, es ponerse las lentillas. Puedes pasar casi las 24 horas con ellas, lo que hace que te hayas olvidado de otro “complemento”… ¡las gafas!

¿Dónde están? ¿De verdad sabes dónde tienes las gafas de ver? ¿Hace cuánto que no te las pones? Seguro que te has hecho estas preguntas… seguro que cuando has perdido una lentilla.

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4.- ¿Hace cuánto que no me las cambio?

Si llevas lentillas de usar y tirar, ya sean mensuales, semanales, etc. sabes de lo que estamos hablando. O lo llevas perfectamente apuntado, puede llegar el momento que te llamen de la óptica  para renovarlas, ¡y tengas todas!

Una de las señales que te pueden hacer pararte a pensar cuándo me las tenías que haber cambiado, es cuando empieces a ver con nubecillas… Es el momento de pararte a pensar y ¡cambiarlas!

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5.- ¡A la cama con lentillas!

Son parte de ti. Tanto que olvidas que por la noche tienen que dormir en una cama diferente a la tuya. Sobre todo, cuando vuelves a casa de fiesta, seguro que te has ido a la cama con ellas. Cuando te despiertas, puedes pensar que ha habido un milagro y que por fin ves… pero no, lo más normal es que estén pegadas a tu ojo…

Lo que es peor, es darte cuenta cuando te acabas de meter en la cama y… ¡tienes que levantarte para quitártelas!

Fuente Foto – Pixabay / Pinterest

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Y es que, como se ha demostrado, la depresión postvacacional no es el único hándicap a la hora de regresar al puesto laboral, sino que la mala calidad visual y los dolores posturales son dos de nuestros enemigos más temidos.

A pesar que, durante el verano, los ojos están expuestos a agentes externos agresivos, como el sol, el cloro, el viento o el salitre, la vista descansa al haber perdido la costumbre de fijarla en una distancia cercana.

Entonces, ¿qué podemos hacer realmente para combatir el cansancio ocular tan acusado en los trabajadores de oficina? Muy fácil, seguir estas sencillas pautas que te mostramos a continuación:

• Revisión de la vista. Tanto si utilizas gafas, como si no, lo ideal antes de volver al trabajo o al poco de haber comenzado, es llevar a cabo una revisión de la vista, de tal forma que la graduación se adapte lo mejor posible a nuestras necesidades y forcemos los ojos lo menos posible. Si no llevas gafas, igual descubres que te hacen falta.
• Cuida tu postura. En este punto, ayudarás a tu organismo a cuidar la espalda y la vista. En la oficina, siéntate siempre con la espalda erguida y apoyada, situada a unos 50 cm. de la pantalla. Notarás como el cansancio ocular va disminuyendo.
• Buena iluminación. Siempre que se esté trabajando con el ordenador, debemos estar con buena luz (si es natural, mejor) y evitar cualquier reflejo, pues la vista hará un sobreesfuerzo. Del mismo modo, no es nada recomendable mirar la pantalla del ordenador sin luz en la habitación.
• Da tregua a la vista. Para evitar a toda costa el cansancio ocular, descansa cada 20 minutos mirando al menos 20 segundos a lo lejos al tiempo que parpadeas varias veces.
• Presta atención alojo seco. Unos ojos que pasan muchas horas al día frente a la pantalla de un ordenador es posible que sufran el mal de estar secos. Para evitarlo, acuérdate de parpadear, descansar y utilizar lágrimas artificiales para humedecerlo.

Si después de seguir estas prácticas, sigues notando el cansancio ocular, lo ideal es que acudas a un profesional que te indique qué debes hacer para acabar cuanto antes con este mal, porque en muchas ocasiones puede provocar fuertes dolores de cabeza.

Fuente Foto – Google Images

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Apunta estos 6 cuidados para el contorno de ojos, que lo vas a agradecer. Sin lugar a dudas, la piel alrededor de los ojos, es la más delicada. Por ello hay que tratarla de una manera especial, no vale cualquier cosa. Por ello, queremos que pongas atención al contorno de ojos, ¿lo vas a hacer?

Hay un hecho muy claro, la piel del contorno de los ojos es diez veces más fina que el resto. Además, su película hidratante es pequeña y no contiene glándulas sebáceas ni sudoríparas. A todo esto hay que añadir que la circulación sanguínea de esta zona es lenta, por lo que el drenaje es insuficiente.

Por todo esto, tienes que seguir estos 6 cuidados para el contorno de ojos. Para lucir una mirada brillante, que no parezca cansada y evitar los las patas de gallo o arrugas. Por ello te recomendamos que sigas leyendo estos consejos. Tú y tus ojos lo agradeceréis…

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1.- Protección, hidratación y nutrición

Tres pasos básicos para el cuidado del contorno de los ojos. Comenzamos con la protección, ya que al ser una zona delicada, necesita una específica. Evitar los rayos ultravioletas es muy importante para la lucha contra el envejecimiento prematuro de la piel.

Como veremos en el siguiente punto, la hidratación debe ser superior al resto de la piel. Así evitamos las temidas microarrugas. Terminamos con la nutrición. Uno de los principales nutrientes de la piel, es el colágeno, que se genera a partir de la vitamina C. Así que ya sabes. Incluye en tu dieta alimentos ricos en esta vitamina.

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2.- No vale cualquier crema

Este es uno de esos errores frecuentes que pueden arruinar nuestra piel. No utiliza una crema específica para el contorno de ojos. No, no vale la clásica crema hidratante que usas para el resto de la cara. Y es que estas cremas tienen demasiada hidratación, demasiados nutrientes, demasiada grasa… Lo único que conseguiremos es que esta zona se hinche.

Por supuesto, usa un desmaquillante específico para los ojos. No sirve tampoco el que usas para el resto del rostro. Ya que los específicos tienen una composición especial para no irritar la piel de esta zona.

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3.- Aplica las cremas correctamente

Al igual que hay una manera de aplicar la crema hidratante correctamente, también existe para el contorno de los ojos. El producto específico para esta zona, debemos aplicar en los párpados fijos. Es decir, en la zona inferior del ojo, justo debajo de la ojera. Y en la parte superior, bajo las cejas. No la estires en exceso ni uses movimientos bruscos.

Por ello es importante que estos productos para el contorno de los ojos, los apliques directamente con las yemas de los dedos. Nada de algodones o bastoncillos, porque perderás la hidratación natural, además de irritar la piel.

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4.- ¡Duerme!

Sin lugar a dudas es uno de esos hábitos que todas deberíamos seguir a diario. Dormir ocho horas. Descansar correctamente. De esta manera, los ojos estarán más relajados.

Pero a todo ello hay que sumar que, si dormimos bien, evitamos el parpadeo típico de cuando estamos cansadas. Y gracias a ello, las bolsas de agotamiento y la acumulación de líquidos en esta zona, se verán claramente reducidas.

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5.- ¡Bebe agua!

Otro clásico en los hábitos saludables. Beber entre 1’5 y 2 litros de agua diarios. Además de todos los demás beneficios que tiene para nuestro organismo y nuestra piel, el contorno de los ojos también se beneficiará.

Con el agua, se eliminan las toxinas y líquidos. De esta manera, se previenen las bolsas o la hinchazón que podamos tener en esta zona, ya que están provocadas por la acumulación de dichas toxinas y líquidos.

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6.- Un último consejo exprés

Si por cualquier caso no has podido seguir estos cuidados para el contorno de ojos, no desesperes. Si tienes un evento importante y quieres reducir la hinchazón de esta zona, y eliminar el cansancio, apunta.

Coge un algodoncito y humedécelo en loción hidratante. Mételo en el congelador unos minutos y después colócalos sobre tus ojos. De esta manera, se acelera el riego sanguíneo, bajando la hinchazón esta zona. ¡Pruébalo!

Fuente Foto – Pixabay

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