Como te podrás imaginar, los bebés necesitan unos cuidados especiales, y más en los meses de mucho calor, donde el sol aprieta. Si no le prestamos la atención necesaria pueden sufrir golpes de calor, deshidratación y problemas mayores.

Pero como no queremos que pase nada de eso, te dejamos estas 5 claves indispensables:

Cuida la hidratación de tu bebé

Es normal que con las altas temperaturas el bebé pueda tener más sed, sin embargo, no debes darle nunca agua, pues no lo necesita, y así lo asegura tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS), como la Asociación Española de Pediatría (AEP). La leche materna será suficiente alimento e hidratación para el peque, eso sí, a demanda. Aquí te dejamos también algunos consejos sobre la lactancia en verano, para que no sea ningún problema.

En el caso de tomar biberón, lo ideal es preguntar a nuestro pediatra, pero del mismo modo que con la lactancia materna, habrá que ajustar la leche a demanda del niño.

Escoge bien la ropita

Los padres, muchas veces sin darnos cuenta, vemos tan delicado al bebé que lo sobreprotegemos. Lo mismo ocurre con la ropa, que con la intención de protegerle del sol, a veces lo abrigamos en exceso. Es importante saber, que un bebé no necesita estar más arropado que un adulto, simplemente encontrarse en un ambiente de entre 22ºC y 25ºC.

Uno de los peligros de abrigar de más al bebé o dejarlo al sol, son los golpes de calor, o lo que es lo mismo, cuando la temperatura corporal del niño sobrepasa los 38ºC.

El sueño del bebé es muy importante

Como ya sabrás, el sueño del bebé es crucial para su buen desarrollo. Sin embargo, al igual que nos ocurre a los adultos, los recién nacidos puede que les cueste conciliar más el sueño debido al calor. Los puedes notar más inquietos y llorones, por lo que deberemos tener paciencia a la hora de calmarles. También es aconsejable mantener la habitación con una temperatura adecuada, siempre sin corrientes de aire o aire acondicionado. Y por último, lo ideal es taparles con ropa ligera.

Ojo con la piel del recién nacido

Debemos saber cómo cuidar la piel del bebé en verano, pues es mucho más sensible que la de un adulto. No se le puede aplicar cualquier crema de protección solar, será el pediatra quien nos indique la más adecuada. Sin embargo, no hay que exponerlos nunca al sol directamente, siempre debemos mantenerlos en lugares frescos y a la sombra, protegidos con ropa ligera, sombrilla y gorro.

Cuidado con los mosquitos

Los mosquitos que para los adultos pueden ser inofensivos, pueden causar problemas cuando se trata de bebés recién nacidos. Para protegerlos, nada como mosquiteras o telas de tul que eviten las posibles picaduras. No es conveniente aplicar lociones antimosquitos, tenlo en cuenta.

Ahora que conoces estos 5 tips para cuidar al bebé recién nacido en verano, ponlos en práctica por el bien del niño.

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Canastilla para la madre

Ante todo elige prendas cómodas fáciles de quitar y poner entre las que se encuentren:

• 2 camisones abiertos por delante
• 2 ó 3 sujetadores de lactancia
• Una docena de bragas desechables y compresas de algodón
• Una bata
• Un par de zapatillas
• Ropa para volver a casa que sea amplia, ya que la barriga no te desaparecerá en el hospital.
• Faja posparto (consulta a tu ginecólogo si es necesaria)
• Neceser con todo lo necesario para el aseo personal: gel, champú, cepillo de dientes, dentífrico, peine y colonia
• Discos protectores de lactancia. En el caso de que hayas elegido la lactancia materna exclusiva como alimentación de tu bebé

Canastilla para el bebé

En los primeros días de vida del bebé deberás mudarle dos veces al día por lo que es mejor que elijas prendas cómodas para el bebé sin lazos ni botones. Opta por las prendas  con automáticos o velcro y deja las prendas que hayas hecho de ganchillo para cuando salga del hospital.

• 5 ó 6 bodies
• 5 baberos
• Un gorrito de algodón
• 5 pijamas tipo pelele ( es fundamental que los pies del recién nacido estén cubiertos, en caso de que los pijamas no tengan pies deberás llevar un par de calcetines de algodón para cubrirlos)
• Una bolsa aparte para la primera puesta del bebé en la que incluirás un body, un pijama tipo pelele,  un gorrito de algodón y un pañal
• Neceser con todo lo necesario para los cuidados de higiene personal del recién nacido  En los hospitales públicos te dan una bolsa para el aseo del bebé, pero si das a luz en un hospital privado deberás ir provista de pañales, crema protectora para el culito e hidratante.
• Una toquilla o arrullo para cogerle
• El día que abandones el hospital recuerda que si lo hacéis en coche deberás tener una silla del grupo cero y si lo hacéis andando llévale en el capazo

Recuerda también que toda la ropa del bebé la deberás lavar antes en casa con un jabón para prendas delicadas y sin usar suavizante, para evitar posibles alergias.

Documentación

Dependiendo de dónde des a luz necesitarás una documentación u otra. Pregunta antes a tu ginecólogo o en el hospital donde darás a luz. No olvides:

• EL DNI del padre y de la madre
• El libro de familia
• La tarjeta sanitaria de la seguridad social de la madre o la tarjeta del seguro médico en caso de que sea un hospital privado. En este segundo caso seguramente necesitarás un volante de ingreso que te facilitará previamente el ginecólogo y un informe médico sobre la evolución del embarazo.

Una vez que tengas preparada la canastilla del bebé y de la madre con todo lo que vas a llevar al hospital déjala cerca de la puerta de casa o en un sitio de fácil acceso.

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Sin duda la lactancia materna exclusiva es la más beneficiosa durante los primeros meses de vida del bebé.  Además los beneficios no son sólo para los bebés sino que las madres también se recuperan más fácilmente del parto si dan a sus bebés este tipo de alimentación.

¿Qué alimentación es la más adecuada para una madre en el periodo de lactancia materna?

Lo fundamental es seguir una alimentación rica en fibras, a base de verduras, frutas y cereales integrales para evitar el estreñimiento. En este periodo no deberás seguir ninguna dieta de adelgazamiento ya que las grasas acumuladas en tu cuerpo servirán de fuente de energía para afrontar la lactancia. Además verás cómo sin seguir ninguna dieta tu cuerpo  se va recuperando y perdiendo los kilos de más  acumulados durante el embarazo. La mejor dieta para este periodo es una dieta equilibrada como la Mediterránea en la que no faltan alimentos de ningún grupo alimenticio.

Alimentos prohibidos para la mujer durante la lactancia

• Evita los alimentos flatulentos que puedan provocar gases en el bebé (garbanzo, alubias, coles, pimientos…)
• Evita las comidas excesivamente condimentadas a base de especias o picantes. Estas comidas pueden provocar cólicos en el bebé
• No a los pescados enlatados o conservas. Es mejor que los consumas frescos.
• Evita el café, el alcohol y las bebidas con gas. Las bebidas con cafeína pueden provocar insomnio e irritabilidad en el bebé. Además el alcohol disminuirá la producción de leche. Las bebidas con gas pueden provocar cólicos al bebé. En el caso de que bebas algo de alcohol procura que sea sólo medio vaso de vino y que no sea justo antes de una toma. Haz que pasen al menos 3 horas desde que te lo tomaste hasta la hora de la toma del bebé.
• Evita el tabaco. La nicotina es perjudicial para el bebé pero si no puedes evitar fumar hazlo espaciado de las tomas y se consciente de que el tabaco durante la lactancia materna conlleva peligros para el bebé, por lo que se debe dejar de fumar.

Siguiendo las indicaciones de tu pediatra conseguirás que la lactancia materna sea beneficiosa tanto para ti como para tu bebé. Esos sí! ten en cuenta los alimentos permitidos y prohibidos en este periodo.

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Comenzar nuevas andaduras en la vida que nos hacen ilusión, nos motiva en la mayoría de las ocasiones. Sin embargo, un miedo atroz se apodera de nosotros en la recta final del embarazo. Cuestiones tales como: qué hacer para que duerma, cómo debo coger al niño o cómo deben ser las primeras papillas, nos quitan el sueño más de una noche.

Las mujeres por ser mujeres llevan el embarazo de una forma más natural, a pesar de las molestias. Sin embargo, los papás, el lazo de unión es diferente. El instinto maternal que tenemos nosotras nos hace saber actuar en ciertas ocasiones con nuestro bebé. Si el papá es primerizo debemos saber entender sus miedos y compartir las experiencias para que poco a poco se sienta más seguro.

No pienses que tu chico es raro cuando le surjan ciertas preguntas acompañadas de miedos inevitables. Te mostramos una lista con los más frecuentes:

• ¿Seré un buen padre? Por supuesto, habla con tu pareja y hazle entender que simplemente con poner buena intención e ir aprendiendo día a día es suficiente. Del mismo modo que ha sabido afrontar un trabajo nuevo sin sufrir estrés laboral, sabrá criar a su hijo con tu ayuda.
• ¿El bebé me robará todo mi tiempo? Lo fundamental es que no se agobie. Un niño acarrea muchas responsabilidades pero entre dos es mucho más fácil sacarlas adelante. Además, con un niño podréis disfrutar juntos de un montón de cosas nuevas, y como no, cada uno tendrá su tiempo para lo que necesite.
• ¿Dormiré lo necesario? Al principio os costará a todos haceros a la idea de que tenéis un bebé en casa pero no tiene por qué pasar malas noches. Para que podáis descansar, una buena opción es turnaros para levantaros, así iréis descansando.
• ¿Se acabará nuestra vida de pareja? La respuesta es clara, no. Un bebé no debe separar a una pareja, al contrario. Si os organizáis correctamente disfrutaréis de mucho tiempo juntos, y como no, de vuestra intimidad. La afinidad en la pareja se debe reforzar más que nunca.
• ¿Pasaremos a vivir sólo para el bebé? De nuevo, la respuesta es no. La llegada de un bebé a casa no quiere decir que abandonéis vuestra vida anterior. Al contrario, tendréis que conseguir que el bebé se adapte a vosotros, siempre y cuando llevéis una vida organizada para él.

Como ves, son muchas las preguntas y los miedos de los papás primerizos pero, ¿por qué? Es muy simple, quieren hacerlo tan bien que no se sienten seguros de sí mismos. Como su pareja, habla con él y escúchale. Con cariño irá poco a poco comprendiendo que las cosas no tienen por qué estar siempre planificadas y podrá ir aprendiendo a diario contigo cómo educar y cuidar a su hijo. ¡Enhorabuena chicos!

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Con la práctica la madre aprenderá a distinguir los diferentes tipos de llanto, lo que significa que el bebé está aprendiendo a comunicarse con ella y facilitará la realización de los cuidados básicos del bebé.

Tipos de llantos:

• Llanto por hambre: es el llanto más fácil de identificar ya que coincide con las horas de toma del bebé. Se trata de un llanto poco agudo que comienza de manera gradual y va cogiendo fuerza y continuidad. Muchas veces el bebé nos da otras señales para identificarlo como chuparse el puño o abrir la boca.
• Llanto por dolor: el bebé empieza a llorar con una fuerte intensidad y repentinamente. Suele ser un llanto agudo y con arritmias. Todo esto nos indica que al bebé le duele algo, generalmente suele ser dolor de oídos o gases. Lo mejor es ponerlo en posición vertical ya sea para que expulse los gases o para que no sienta la presión en los oídos.
• Llanto por inquietud: se trata de un llanto intenso y de forma inmediata. Este mismo llanto es el que se produce cuando los bebés están incómodos, por lo que para calmarlo comprobaremos que la temperatura de la habitación sea la adecuada, o la del agua (en el caso de que le estemos bañando) o si los pañales están limpios. Si todo está como debería ser, lo mejor será hablarles de manera relajada o que oigan el agua de un grifo al caer ya que les recordará los ruidos que sentían en el vientre materno.
• Llanto por cólicos: se trata de un llanto cuyo volumen sube de manera progresiva a la vez que el niño arruga la cara. Los cólicos son más frecuentes en los niños alimentados con biberón y lo mejor para calmarlos es ayudarles a expulsar los gases alzando al niño y apoyándole en el hombre de la madre dando ligeras palmaditas en la espalda.

Esperamos haberte ayudado a la hora de entender los motivos por los que tu bebé llora. De todas maneras si ves que tu bebé tiene un llanto desconsolado difícil de calmar no dudes en visitar a su pediatra.

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Ahora el protagonista es tu bebé y necesita de unos cuidados especiales que en pocos días realizarás de manera casi automática y sin ningún tipo de temor, aprendiendo poco a poco a qué se debe el llanto del bebé y sus necesidades:

• Alimentación: durante los primeros meses de vida tu bebé se pasará el día durmiendo y sólo se despertará para comer. Las tomas suelen ser cada dos o tres horas y durante la noche probablemente las tomas se espaciarán un poco más llegando a hacer una toma a las 5 horas.Si tu bebé toma el pecho es importante que tu higiene personal sea de lo más cuidada. Sobre todo que tus mamas estén siempre limpias. Si por el contrario utilizas la lactancia artificial para alimentar a tu pequeño es importante que antes de preparar el biberón te laves muy bien las manos y que las tetinas estén bien esterilizadas.Si durante la noche das el pecho a tu bebé tumbada en la cama, es frecuente que te quedes dormida… atención podrías sofocar al bebé. Es muy importante que los bebés duerman en su cuna para evitar posibles asfixias.
• Expulsión de gases: tan importante como la alimentación es que te bebé expulse el aire que ha ingerido mientras lo amamantabas. Para ello ponlo en posición vertical, apóyalo en tu hombro y dale unas ligeras palmaditas en la espalda hasta que expulse el aire
• Vómitos: es normal que los bebés regurgiten la leche, pero no siempre que comen. A medida que van creciendo dejarán de hacerlo
• Deposiciones: las primeras deposiciones del bebé (el meconio) serán verdosas y viscosas. A partir del segundo o tercer día las deposiciones cambian de aspecto y suelen producirse después de cada toma. Es importante que cambies el pañal de tu bebé cada vez que lo manche y seques bien sus partes íntimas para que no le salgan ampollas o irritaciones
• Flemas y mocos: los recién nacidos suelen tener flemas y mocos. Para la limpieza de los mismos es aconsejable que uses un sacamocos especial para bebés y no la típica pera que utilizaban nuestras madres. Ésta puede absorber con demasiada fuerza y hacerle daño al bebé. Recuerda que los bebés no saben respirar por la boca, por lo que es muy importante que su nariz esté muy limpia. Si no sabes cómo hacerlo consulta a tu pediatra
• Ombligo: cuando se corta el cordón umbilical al bebé le queda una especie de muñón que se ennegrece y caerá por si solo a las dos o tres semanas. Lo más importante es que permanezca siempre seco, impidiendo que se ensucie con los orines o las heces. Sólo debes curarlo una vez al día con alcohol. El ombligo no tiene que tener sangrados, ni secreciones, ni mal olor, si percibes alguno de estos síntomas acude rápidamente al médico. Una vez que se caiga podrás limpiar esa zona con un jabón neutro y agua.
• Baño: hasta que no se le caiga el ombligo es aconsejable que realices el baño del bebé con una esponja húmeda. Posteriormente seca cuidadosamente la piel del bebé y aplícale una crema neutra especial para bebés. Una vez que se le caiga el ombligo podrás llenar un poco su bañera con agua templada y sumergirlo sujetando bien su cabeza fuera del agua.
• Cambio del pañal: es fundamental que lo hagas cada vez que se manche y procedas a la limpieza del culete y los genitales con una esponja y agua tibia. Asegúrate siempre de secar bien al bebé. Si ves que el culito del bebé está rojo aplica alguna pomada especial para irritaciones del bebé.
• Uñas: Es importante que las uñas del bebé estén cortas, para evitar que arañen así mismos. Si te da miedo cortárselas, hazlo cuando esté dormido, de esta manera permanecerá quieto y podrás manipular bien sus dedos.

Siguiendo estos cuidados básicos verás que tu bebé crece sano y feliz, sin olvidarte en verano de cuidar la piel del bebé con mucha atención. Aunque a veces te sientas torpe no dudes en preguntar a tu pediatra, él te ayudará y aconsejará en todo lo necesario.

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Los bebés poseen una piel muy sensible que tendremos que cuidar a conciencia para que en un futuro no tengan problemas. La resequedad en la piel del bebé o niño puede ser frecuente, por lo que tendremos que poner los medios necesarios para evitarlo. Por tanto, el aseo y cuidado de la piel del bebé deben ser algo prioritario para los padres. Sigue muy atenta nuestras recomendaciones:

Cuidado con el sol

Poco a poco la sociedad se va concienciando de lo malo que puede llegar a ser el sol si no lo tomamos con precaución. El riesgo de contraer melanomas es algo que no podemos perder de vista, y más cuando hablamos de la piel de un bebé.

Los rayos UVA y UVB son perjudiciales, pero si tenemos en cuenta que la piel de los peques es mucho más sensible que la de un adulto, los cuidados deberán ser mucho mayores. Por tanto, será necesario utilizar una protección solar adecuada a su delicada piel.

Pero con esto no basta. Acuérdate de dárselo media hora antes de la exposición para que sea efectivo y repetir las aplicaciones cada poco tiempo para evitar quemaduras innecesarias. Aun así, será conveniente que lo tengas a la sombra y con un gorrito.

Un dato fundamental es que los bebés menores de 6 meses deben estar resguardados siempre del sol, ya que su piel, además de ser muy delgada y por tanto, más sensible, es incapaz de generar melanina para protegerse.

Hidratación máxima

El sol, no sólo es malo por las quemaduras que pueda llegar a producir en la piel del bebé, sino que el calor es un enemigo de los peques. Ellos no son conscientes de que tienen que estar hidratados, pero tú sí. Además de darle frecuentes baños para refrescarlo, acostúmbrate a que beba líquidos para evitar una posible deshidratación.

El mar y la piscina

Los bebés menores de dos meses es mejor tenerlos apartados del agua de la piscina y del mar, pues su sistema inmunitario es aún débil. A partir del tercer mes, se les podría bañar, eso sí, siempre que el agua no esté fría, sino fresca. Para ello es aconsejable utilizar una piscinita de plástico pequeña, donde podremos echar agua y dejar calentar al sol antes de meter al bebé.

Incluso si optas por esta opción, aprovecha y rellena la piscina con agua de las duchas, evitarás así el contacto de la sal y el cloro con su piel.

Hábitos saludables

• Da un baño a tu bebé al llegar a casa para eliminar posibles restos de sudor y aplícale a continuación una crema hidratante para su piel.
• En días de mucho calor, ponle ropa ligera para que no pase demasiado calor y cúbrele con una sombrilla.
• El pañal en días de mucho calor puede provocar sarpullidos en su piel que tendrás que tratar.
• Cuidado con tu bebé en la playa, pues podría hacerse daño con la arena e incluso metérsele en los ojos.

Cómo cuidar la piel del bebé en verano es muy importante. Pon en práctica nuestros consejos y verás como no se daña su delicada piel

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