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Congestión nasal en niños: Consejos para aliviarla


Congestión nasal en niños: Consejos para aliviarla

Congestión nasal en niños: Consejos para aliviarla. Esta dolencia es muy común en épocas de frío, pero otras temporadas no están excluidas, ya que los motivos más comunes para que se produzca son los resfriados en primer lugar. Las consecuencias de una congestión nasal es la imposibilidad de respirar con normalidad e influye en muchos aspectos cotidianos del día a día, como por ejemplo dormir.

La congestión nasal, al igual que el resfriado común, es bastante molesta ya que no permite respirar bien. Los niños pueden ponerse nerviosos y esto les impide comer o conciliar bien el sueño. La hora de dormir es fundamental para ellos y por tanto tendremos que recurrir a algunos trucos para conseguirlo entre los que es fundamental la rutina.

 

No te asustes, en la infancia es muy común que la congestión nasal se produzca a menudo, sobre todo cuando los peques no saben sonarse la nariz. Aunque no te equivoques, no siempre se produce por la cantidad de moco, sino porque se inflaman los vasos sanguíneos de los tejidos que recubren la nariz.

Pero, ¿cuáles son los mejores remedios para aliviarla? Atenta, te los enumeramos uno a uno:

  • Limpieza de la nariz. Cuando el niño es pequeño aún, incluso bebé, es recomendable limpiarle a menudo la nariz gracias a aspiradores nasales y soluciones salinas, sobre todo unos quince minutos antes de las comidas. Eso sí, tampoco debemos abusar. Si ves que se le irrita demasiado la nariz, aplícale alrededor un poco de vaselina.
  • Beber líquido. Es crucial para que el moco se vaya disolviendo poco a poco. Además, se ayuda a su expulsión. Cuando los niños son algo más mayores, pueden beber aparte de agua otros líquidos como por ejemplo, zumos. Eso sí, es mejor evitar las bebidas azucaradas.
  • Dormir con un cojín bajo la almohada. Cuando el niño esté muy congestionado, es aconsejable que se le coloque bajo la almohada un cojín. Al estar más levantado respirará mejor.
  • Humidificar el ambiente. No hay nada peor para la congestión nasal que un ambiente muy seco. Hazte con un humidificador y mantén la habitación del niño con algo de humedad, siempre en su justa medida.
  • Vahos de eucalipto. Esta hierba aromática la podremos adquirir en cualquier herboristería. Con los vahos conseguiremos que los bronquios se abran y el niño respire mejor. Por otra parte les ayudará a eliminar la mucosidad.
  • Aerosoles nasales descongestionantes. Estos no acaban con la congestión, sino que ayudan a aliviarla, ya que los vasos sanguíneos se ven reducidos. No es conveniente utilizarlo más de tres días seguidos, pues podría producirse un efecto rebote y empeorar la congestión. Si tienes alguna duda sobre su utilización es mejor que consultes con tu médico o farmacéutico.

Si ves que pasados unos días la congestión no mejora y los mocos son cada vez más abundantes, acude al pediatra con el niño, pues podría empeorar y desembocar en una bronquitis.

Fuente Foto – Google Images