La eyaculación precoz es un problema mucho más común de lo que se suele decir. Desde hombres de diversas edades y hasta aquellos en la plenitud de su vida, es un problema que puede acarrear frustración, ansiedad e impactos negativos en la vida sexual en pareja. Por suerte, existen soluciones eficaces y accesibles. Una de las más populares en la actualidad son los retardantes masculinos, de fácil acceso en el mercado.
A lo largo de este artículo explicaremos qué son y qué opciones tienes para elegir el mejor producto, adaptado a tus necesidades.
¿Qué es un retardante masculino?
Los retardantes masculinos son productos creados para ayudar a los hombres a retrasar la eyaculación. Su objetivo es aumentar el control durante el sexo, alargando el tiempo hasta el clímax y mejorando la satisfacción de ambos componentes de la pareja.
Hay varias formas de retardantes: pueden encontrarse como cremas, sprays, geles, preservativo de efecto retardante, e incluso existen suplementos orales.
Todos tienen un rasgo en común: procurar reducir la sensibilidad en el pene o lograr control mental sobre la excitación para prolongar la relación sexual.
¿Cómo funcionan?
Esto depende del tipo de producto. En términos generales, los retardantes funcionan de dos maneras:
- Desensibilización local. Algunos productos como los sprays y geles contienen ciertos anestésicos menores como lidocaína o benzocaína. Estos bajan la sensibilidad del glande por un corto tiempo, lo que retrasa el reflejo eyaculatorio. Hay que tener en cuenta que la cantidad de producto aplicado no debe ser demasiado ni muy poco para que la sensación no se pierda del todo o afectar a la pareja.
- Control y resistencia desde dentro. Hay otros retardantes en forma de suplementos, que utilizan compuestos para disminuir la ansiedad, retener el flujo sanguíneo o incluso lograr un control muscular. Hay quienes aumentan la testosterona o el ánimo, lo que también resulta óptimo para el rendimiento sexual.
¿Son seguros?
En términos generales la respuesta es sí, mientras que se respeten las recomendaciones y los usos descritos por los fabricantes. Un ejemplo es el uso de los sprays o cremas con lidocaína a condición de que se apliquen correctamente, con un tiempo de espera tras su uso y antes de la penetración para no entumecer a la pareja. Es importante probar primero una pequeña cantidad con el fin de comprobar que no se presenten reacciones alérgicas.
¿Cuál es el mejor tipo de retardante?
No hay una respuesta definitiva a cuál es el mejor retardante. Todo depende de diferentes necesidades, preferencias y estilos de vida. Considera los siguientes consejos para tomar una mejor decisión:
- Los sprays retardantes son, sin duda, los más populares. Los Power Delay Sprays de Be Lover son bastante conocidos. Pueden rociarse directamente sobre el pene y hacen efecto en 5 a 15 minutos, lo suficientemente largo como para permitir caricias previas, pero no tanto como para tener que esperar mucho tiempo para actuar.
- Geles o cremas retardantes. Similares a los sprays pero con una consistencia o textura más densa. Algunos geles combinan efectos retardantes con propiedades hidratantes o incluso estimulantes. Tienen una aplicación más localizada.
- Condones retardantes. Geniales si eres un usuario regular de condones y quieres beneficios adicionales. Tienen una capa de retardante en el interior. Cómodos, discretos y prácticos. Pueden carecer de la potencia de un spray, pero son adecuados para situaciones de leves a moderadas.
- Cápsulas o suplementos naturales. Estos pueden ayudar desde dentro si no se prefiere la aplicación tópica. Muchos incluyen en su composición maca, ginseng, L-arginina o zinc. Ayudan a regular el sistema nervioso, mejorar la circulación o reducir la ansiedad.
Consejos prácticos para aplicar un retardador de forma correcta
Con sprays o geles debe aplicarse entre 10 y 15 minutos antes del sexo. Hay que masajear y retirar el excedente con un paño húmedo antes de la penetración. Un absorbente será muy útil para que la pareja no note el efecto o pierda sensibilidad.
Con cápsulas hay que seguir las instrucciones del producto. La mayoría necesita tomarse entre 30 y 60 minutos antes del acto sexual o de forma regular si son complementos para mejorar el rendimiento a largo plazo.
En cuanto a los preservativos retardantes, hay que utilizarlos como cualquier otro condón. No requieren pasos extra, lo que es una gran ventaja.
¿Y si no funcionan?
Primero debes revisar si el uso es el correcto. En segundo lugar, debes tener en cuenta que cada cuerpo tiene una reacción distinta. Si un producto no te va bien, prueba con otro de diferente tipo o diferente concentración. Si el problema persiste, pide ayuda de un especialista.
En conclusión, los retardantes no son productos que permiten solucionar problemas sexuales de forma inmediata. Existen para todos los gustos y hay que saber elegir, probar y tener paciencia. Por último, hay que recordar que el buen sexo implica mucho más que tiempo. El sexo se basa en conexión, placer y comunicación.
Fuente: unsplash.com